Alsasua vivió hace unos días un episodio insólito. La simulación de un desfile militar con un figurante representando al rey, otros vestidos de guardias civiles, de falangistas, incluso alguna bandera nazi, con una conclusión final: “Ni se les quiere, ni se les necesita”. El ayuntamiento, gobernado por Bildu, dio el visto bueno: hasta prestó la casa consistorial.
En la marcha por las calles participaron cientos de personas, y el ‘protagonista principal’, un vecino que se disfrazó de rey Juan Carlos, pronunció un ‘discurso’ desde el balcón del ayuntamiento.
Al acto, que se celebró el día 3 de septiembre, sábado, lo llamaron ‘El discurso del Rey’, en referencia a la oscarizada película, y el objetivo era denunciar “la asfixiante presencia de los distintos cuerpos policiales en Alsasua”. La petición fue que Guardia Civil, Policía y Policía Foral se vayan de sus calles.
En la parodia participaron cientos de jóvenes del municipio, mientras el ayuntamiento, gobernado por Garazi Urrestarazu Zubizarreta, de Bildu, permitió que desfilaran por sus calles y no puso ningún impedimento a que se realizara la representación. Hasta usaron la Casa Consistorial.
Esta es la cronología de lo que ocurrió:
-- Parada militar o alistamiento. 13 horas, plaza principal. Un grupo se disfrazó de falangistas, otro de legionarios, otro de policías nacionales, otros de policías forales, otro de guardias civiles… Y cada uno fue saludando militarmente a un supuesto rey Juan Carlos: un vecino que se colocó un traje militar de gala como el del monarca, con fajín de capitán general.
-- Cuidaron hasta el más mínimo detalle de los uniformes: el rey llevaba sus guantes blancos, había agentes con pasamontañas, los beneméritos con su tricornio y los ertzainas con su txapela.
-- Comida. 14.30. Los vecinos que lo deseaban pudieron acudir a un almuerzo ‘presidido’ por el doble del rey.
-- Desfile militar. 18.30. A media tarde, los uniformados desfilaron por las calles de Alsasua. Delante de todos, el ‘rey’, en un potente vehículo, con sus escoltas. La marcha la abrían dos personas con una bandera preconstitucional y otra nazi.
-- En un parque, algunos de los disfrazados simularon hacer maniobras militares: correr por ruedas de vehículo, subir a andamios, arrastrarse por debajo de una alambrada…
-- Acto seguido, en el balcón del ayuntamiento, el ‘rey’ pronunció, ante una abarrotada plaza, un discurso en el que destacó, irónicamente, la labor de los policías y guardias civiles en las calles del pueblo. Estas fueron sus palabras:
“Demos las buenas tardes a estos gloriosos cuerpos de seguridad aquí representados como son la policía foral, la legión, ese glorioso cuerpo de policía y, cómo no, la guardia civil. Gracias a ellos, no hay drogas en el pueblo. Gracias a ellos, todas las entradas y salidas del pueblo están bien vigiladas, los bares están controlados. Y la Casa de la Juventud, conocida como gaztetxe, está controlada día y noche”.
Asegura que hay 115 agentes de seguridad por cada 1.000 habitantes (el pueblo tiene, según el censo de 2010, 7.698 habitantes).
“Tenemos el derecho de mantener nuestro orden reprimiendo y excluyendo a todos esos bárbaros librepensadores que creen que pueden gobernarse por ellos mismos. No dejaremos que sin nosotros instauren su democracia del caos. ¡Viva España! ¡Viva el rey! ¡Viva el orden y la ley! ¡Arriba España, una, grande y libre!”
El doble del rey imitó en todo momento el acento del monarca.
-- Los organizadores explican que “este acto es una parodia, pero se acerca bastante a la realidad en la que vivimos. Puede ser una exageración, o puede ser la muestra de un futuro negro que nos espera. Suponemos que ninguno de nosotros/as quisiéramos conocerlo, de todos/as depende”.
-- Al final de la tarde, tres personas encapuchadas descendieron de la azotea y desplegaron una gran pancarta en la que se podía leer: “Que se vayan a hacer ostias”. El tricornio de la Guardia Civil y la boina roja de los forales aparecían tachados. Los organizadores explicaron: “Queremos que las diferentes fuerzas policiales tengan claro que no se les quiere ni se les necesita”.
Después se celebró un concierto. La recaudación ha sido destinada a pagar las multas que las Fuerzas de Seguridad han impuesto a los vecinos de Alsasua en los últimos meses. Según ellos, el total de las sanciones es de 10.000 euros.
A continuación, puede ver el vídeo de los actos que se desarrollaron en Alsasua con el visto bueno del ayuntamiento, gobernado por Bildu. Lo editaron imitando al desaparecido No-Do:
Este es el cartel de la convocatoria. Aparece sin firma:
FUENTE: elconfidencialdigital
miércoles, 14 de septiembre de 2011
martes, 6 de septiembre de 2011
Mariscal habló 11 veces con cargos del PSOE tras contactar con los policías del Faisán
El escándalo del Faisán
El encargado de la Seguridad del partido, después de telefonear al jefe de la Brigada de San Sebastián, conversó todo el día con dirigentes socialistas. Tuvo un contacto más antes de llamar a Irún.
Rodrigo Gavilán. Madrid
Fernando Mariscal, el ex jefe de Seguridad del PSOE investigado en su momento por el caso Faisán, mantuvo el día del chivatazo a ETA hasta 11 conversaciones con teléfonos cuyo titular era el Partido Socialista. Así lo refleja el sumario del caso, tal y como reproduce LA GACETA en esta misma página.
Después de telefonear al comisario jefe de la Brigada Provincial de Información de San Sebastián –que coordinaba el dispositivo en torno al Faisán y que en el momento de la llamada se encontraba en las inmediaciones del local– y además de hablar por tres veces con Presidencia del Gobierno –como ayer demostró este diario–, el ex jefe de Seguridad del PSOE mantuvo otras cuatro conversaciones con tres móviles distintos del PSOE y siete más con seis teléfonos internos del Partido Socialista el mismo día del soplo. El informe de la Guardia Civil incluido en el sumario del caso Faisán no deja dudas respecto a quién es el titular de esos aparatos con los que Mariscal mantuvo tan frenética actividad. “Deben pertenecer bien a móviles corporativos o bien a extensiones del propio partido”, concluye en su escrito la Benemérita.
Esa mañana del 4 de mayo de 2006 fue muy intensa. El día anterior el juez Grande-Marlaska había ordenado la desarticulación de todo el aparato de extorsión de ETA, con el dirigente del PNV, Gorka Aguirre, incluido en la lista de personas a las que se debía detener. La situación se complicaba porque la operación iba a coincidir con la visita al Palacio de La Moncloa del secretario general de los nacionalistas vascos, Josu Jon Imaz. El dirigente jeltzale iba a escenificar institucionalmente el tan esperado apoyo de su partido al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en su proceso de negociación con ETA.
Las altas instancias del Ministerio de Interior, lideradas entonces por Alfredo Pérez Rubalcaba, habían informado de la inminente operación que iba a producirse y la detención de Gorka Aguirre podía dar al traste con el respaldo peneuvista a la negociación con la banda asesina.
Frenética actividad
Conforme iba avanzando la mañana, un intenso tráfico de llamadas tenía lugar entre Irún, Ferraz y Moncloa. La sede central del PSOE en Madrid tuvo un inusual ajetreo telefónico en torno a su jefe de Seguridad, Fernando Mariscal, quien registró una llamada con un policía que se encontraba en las proximidades del bar Faisán, además de las ya mencionadas conferencias telefónicas que mantuvo con Presidencia del Gobierno (por tres veces) y con el PSOE (cinco llamadas de tres móviles a nombre del partido y otras siete procedentes de extensiones internas de Ferraz).
Como ampliación a las informaciones adelantadas ayer por LA GACETA, hoy se reproducen los documentos oficiales que registran las 11 conversaciones mantenidas por el móvil de Mariscal con nueve teléfonos distintos del PSOE el día del chivatazo. Una más se hizo antes de que el ex jefe de Seguridad del partido hablara con el comisario jefe de San Sebastián, Manuel Risco, cuando se encontraba en las inmediaciones del bar Faisán. Es la que él hace a las 9.34 horas a un móvil de un cargo socialista, concretamente el 61978XX76.
Tras hablar con Risco a las 10.01 horas, se desencadena el torrente de llamadas que Mariscal y cargos del PSOE mantendrían a lo largo de toda la jornada. Unas conversaciones que el ex jefe de seguridad socialista intercaló con las tres que también mantuvo con Presidencia del Gobierno ese mismo día. La primera de ellas es la que el propio Mariscal realiza a las 11.14 horas al teléfono 60634XX17, cuyo titular es el Partido Socialista. Dos minutos después, una extensión del partido le devuelve la llamada. Este mismo número corporativo contacta de nuevo con él a las 11.24 h.
Media hora después, a las 11.57 horas, Mariscal llama a un tercer móvil de un alto cargo socialista cuyo número es el 63975XX65, con el que mantiene una conversación de dos minutos. Es la cuarta charla que tiene con un cargo socialista después de hablar con Risco y la quinta del día.
La inusual sucesión de llamadas continuó manteniéndose por la tarde con la misma intensidad que por la mañana. Otras siete conversaciones se produjeron entre Mariscal y miembros del PSOE. A las 13.57 horas, el entonces jefe de Seguridad del partido recibe una llamada de dos minutos y medio de duración de una extensión del partido. Una hora después, a las 15.01 horas otro teléfono interno de Ferraz se pone en contacto con él, y de nuevo a las 15.40 horas intentan localizarle, esta vez sin éxito.
Otro teléfono corporativo socialista contacta con Mariscal a las 16.30 horas, maniobra que se repite a las 17.04, esta última proveniente de la misma extensión que a las 15.40 no logró dar con Fernando Mariscal.
Entre medias –a las 16.34 horas–, el ex jefe de Seguridad socialista había llamado al primer móvil con el que contactó –en la llamada de las 9.34 horas–.Por último, Mariscal cierra el círculo frenético de llamadas telefónicas con miembros del PSOE con una nueva llamada al 61978XX76, con quien contacta por tercera y última vez a las 17.06.
FUENTE:La gaceta
El encargado de la Seguridad del partido, después de telefonear al jefe de la Brigada de San Sebastián, conversó todo el día con dirigentes socialistas. Tuvo un contacto más antes de llamar a Irún.
Rodrigo Gavilán. Madrid
Fernando Mariscal, el ex jefe de Seguridad del PSOE investigado en su momento por el caso Faisán, mantuvo el día del chivatazo a ETA hasta 11 conversaciones con teléfonos cuyo titular era el Partido Socialista. Así lo refleja el sumario del caso, tal y como reproduce LA GACETA en esta misma página.
Después de telefonear al comisario jefe de la Brigada Provincial de Información de San Sebastián –que coordinaba el dispositivo en torno al Faisán y que en el momento de la llamada se encontraba en las inmediaciones del local– y además de hablar por tres veces con Presidencia del Gobierno –como ayer demostró este diario–, el ex jefe de Seguridad del PSOE mantuvo otras cuatro conversaciones con tres móviles distintos del PSOE y siete más con seis teléfonos internos del Partido Socialista el mismo día del soplo. El informe de la Guardia Civil incluido en el sumario del caso Faisán no deja dudas respecto a quién es el titular de esos aparatos con los que Mariscal mantuvo tan frenética actividad. “Deben pertenecer bien a móviles corporativos o bien a extensiones del propio partido”, concluye en su escrito la Benemérita.
Esa mañana del 4 de mayo de 2006 fue muy intensa. El día anterior el juez Grande-Marlaska había ordenado la desarticulación de todo el aparato de extorsión de ETA, con el dirigente del PNV, Gorka Aguirre, incluido en la lista de personas a las que se debía detener. La situación se complicaba porque la operación iba a coincidir con la visita al Palacio de La Moncloa del secretario general de los nacionalistas vascos, Josu Jon Imaz. El dirigente jeltzale iba a escenificar institucionalmente el tan esperado apoyo de su partido al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en su proceso de negociación con ETA.
Las altas instancias del Ministerio de Interior, lideradas entonces por Alfredo Pérez Rubalcaba, habían informado de la inminente operación que iba a producirse y la detención de Gorka Aguirre podía dar al traste con el respaldo peneuvista a la negociación con la banda asesina.
Frenética actividad
Conforme iba avanzando la mañana, un intenso tráfico de llamadas tenía lugar entre Irún, Ferraz y Moncloa. La sede central del PSOE en Madrid tuvo un inusual ajetreo telefónico en torno a su jefe de Seguridad, Fernando Mariscal, quien registró una llamada con un policía que se encontraba en las proximidades del bar Faisán, además de las ya mencionadas conferencias telefónicas que mantuvo con Presidencia del Gobierno (por tres veces) y con el PSOE (cinco llamadas de tres móviles a nombre del partido y otras siete procedentes de extensiones internas de Ferraz).
Como ampliación a las informaciones adelantadas ayer por LA GACETA, hoy se reproducen los documentos oficiales que registran las 11 conversaciones mantenidas por el móvil de Mariscal con nueve teléfonos distintos del PSOE el día del chivatazo. Una más se hizo antes de que el ex jefe de Seguridad del partido hablara con el comisario jefe de San Sebastián, Manuel Risco, cuando se encontraba en las inmediaciones del bar Faisán. Es la que él hace a las 9.34 horas a un móvil de un cargo socialista, concretamente el 61978XX76.
Tras hablar con Risco a las 10.01 horas, se desencadena el torrente de llamadas que Mariscal y cargos del PSOE mantendrían a lo largo de toda la jornada. Unas conversaciones que el ex jefe de seguridad socialista intercaló con las tres que también mantuvo con Presidencia del Gobierno ese mismo día. La primera de ellas es la que el propio Mariscal realiza a las 11.14 horas al teléfono 60634XX17, cuyo titular es el Partido Socialista. Dos minutos después, una extensión del partido le devuelve la llamada. Este mismo número corporativo contacta de nuevo con él a las 11.24 h.
Media hora después, a las 11.57 horas, Mariscal llama a un tercer móvil de un alto cargo socialista cuyo número es el 63975XX65, con el que mantiene una conversación de dos minutos. Es la cuarta charla que tiene con un cargo socialista después de hablar con Risco y la quinta del día.
La inusual sucesión de llamadas continuó manteniéndose por la tarde con la misma intensidad que por la mañana. Otras siete conversaciones se produjeron entre Mariscal y miembros del PSOE. A las 13.57 horas, el entonces jefe de Seguridad del partido recibe una llamada de dos minutos y medio de duración de una extensión del partido. Una hora después, a las 15.01 horas otro teléfono interno de Ferraz se pone en contacto con él, y de nuevo a las 15.40 horas intentan localizarle, esta vez sin éxito.
Otro teléfono corporativo socialista contacta con Mariscal a las 16.30 horas, maniobra que se repite a las 17.04, esta última proveniente de la misma extensión que a las 15.40 no logró dar con Fernando Mariscal.
Entre medias –a las 16.34 horas–, el ex jefe de Seguridad socialista había llamado al primer móvil con el que contactó –en la llamada de las 9.34 horas–.Por último, Mariscal cierra el círculo frenético de llamadas telefónicas con miembros del PSOE con una nueva llamada al 61978XX76, con quien contacta por tercera y última vez a las 17.06.
FUENTE:La gaceta
domingo, 4 de septiembre de 2011
Mariscal, jefe de Seguridad del PSOE, mantuvo tres conversaciones con móviles de La Moncloa
EXCLUSIVA: NUEVAS REVELACIONES SOBRE EL CHIVATAZO DEL FAISÁN
El experto antiterrorista del PSOE, investigado por el Faisán, se comunicó con Moncloa antes y después del chivatazo. Esa mañana conversó también con un comisario que estaba próximo al bar de los proetarras. Uno de los aparatos aún lo usa un alto cargo de Zapatero.
Rodrigo Gavilán. Madrid
El chivatazo dado a la banda terrorista ETA en el bar Faisán el 4 de mayo de 2006 ha sufrido un giro definitivo que compromete de manera directa al Gobierno y al Partido Socialista. Según los documentos oficiales a los que ha tenido acceso en exclusiva LA GACETA, en la mañana del soplo, el experto antiterrorista del PSOE, Fernando Mariscal –investigado en su día por telefonear a un comisario que estaba junto al bar Faisán la mañana del chivatazo–, mantuvo tres conversaciones con dos móviles a nombre de Presidencia del Gobierno.
En concreto, Mariscal utilizaba el número 65040XX63, cuyo titular era el PSOE. Con él llamó desde la sede socialista de Ferraz a las 10.01h a Manuel Risco, comisario jefe de la Brigada Provincial de San Sebastián, que en ese momento se encontraba en las inmediaciones del bar Faisán. Minutos después, Mariscal recibió la primera llamada de Presidencia. Fue a las 10.40h de la mañana cuando el ministerio del que entonces era titular la ex vicepresidenta del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, se puso en contacto con él y mantuvo una conversación cercana a los dos minutos. A las 12.06h, el jefe de seguridad socialista llamó al mismo teléfono de Presidencia y la conferencia se alargó durante tres minutos.
Por último, Mariscal recibió la tarde del chivatazo, a las 18.21h, una tercera llamada desde un móvil a nombre del Palacio de La Moncloa. La duración de esta última conversación telefónica superó los dos minutos. Los móviles que Presidencia utilizó para contactar con el jefe de Seguridad del PSOE fueron el 60836XX71 –empleado en las dos conversaciones matinales– y el 62832XX69 –con el que se hizo la llamada vespertina–. El segundo de estos números es aún utilizado por un director general del ministerio muy próximo a Zapatero y cuyas iniciales son S. J. M. R.
Es decir, Mariscal habló con Presidencia del Gobierno unos minutos antes y después de que se perpetrase la delación a los etarras que frustró una operación policial de gran envergadura contra la red de extorsión de ETA.
Hombre del PSOE
El ex comisario Fernando Mariscal Carchenilla, hombre de confianza de Ferraz, inició su andadura profesional al servicio del PSOE en 1994 de la mano del entonces diputado socialista Baltasar Garzón. Mariscal aún era inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía cuando fue apadrinado por el entonces comisario general de Información, Gabriel Fuentes González, y nombrado como alto cargo del Plan Nacional contra la droga que dirigía Garzón. En 1994 fue ascendido a comisario e inmediatamente fue fichado por la viceministra Margarita Robles como miembro de la Unidad de Apoyo para asuntos de terrorismo del Gobierno socialista.
Un año más tarde alcanzó el puesto de mayor responsabilidad en la lucha contra ETA y se convirtió en el enlace permanente de la Policía española con Francia para encargarse de toda la cooperación en la lucha antiterrorista hispano-francesa. Al poco tiempo de la victoria del Partido Popular de 1996, Mariscal dimitió de su puesto en la Secretaría de Estado de Seguridad.
Informador el 11-M
Posteriormente, bajo el epígrafe de “jefe de Seguridad del PSOE”, se convirtió en el experto antiterrorista y asesor de la Ejecutiva socialista, y desde su despacho en la sede central del partido, en la madrileña calle de Ferraz, mantuvo permanente contacto con sus ex compañeros de la lucha contra el terrorismo. Esto le sirvió para tener bien informado al grupo socialista en la oposición de todo lo relativo a la lucha de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado contra ETA.
Fuentes policiales apuntan a la frenética actividad de Mariscal durante las horas posteriores a la masacre del 11 de marzo de 2004, como rápido informador de los hechos a Alfredo Pérez Rubalcaba, entonces coordinador de la campaña electoral del PSOE. Otras fuentes policiales confirmaron a LA GACETA que “a lo largo de la mañana del 11-M, Mariscal se puso en contacto con ex compañeros de la Policía para que le fueran informando de las últimas novedades de la investigación”.
Con la victoria de Zapatero en marzo del año 2004, los consejos del hombre de Interior del PSOE fueron decisivos para la remodelación de la cúpula policial en el nuevo Gobierno socialista. De hecho, siempre según fuentes policiales, “su opinión fue determinante para la elección del diputado socialista por Álava, Víctor García Hidalgo, como director general de la Policía en 2004”. No puede obviarse que García Hidalgo es hoy uno de los tres procesados por colaboración con banda armada como presuntos autores del chivatazo a la banda terrorista ETA.
El ex asesor del Gobierno de Felipe González en la lucha contra ETA se convirtió en la etapa Zapatero en el enlace entre los servicios antiterroristas con la dirección socialista. Justo hasta que su nombre saltó a los medios de comunicación cuando a raíz de una denuncia del sindicato Manos Limpias se desveló que durante la mañana en que se produjo el chivatazo a ETA, desde el teléfono móvil a nombre del PSOE utilizado por Mariscal se llamó a otro policía que se encontraba en las proximidades del bar Faisán momentos antes del soplo.
La denuncia que hizo encender todas las sospechas de la participación de altos cargos del PSOE en el chivatazo a ETA cayó en el Juzgado de Garzón, hoy doblemente suspendido de sus funciones por el CGPJ tras las causas que el Supremo ha abierto contra él. El magistrado no practicó diligencia de investigación alguna tendente al esclarecimiento de esas sospechosas conversaciones con el Palacio de La Moncloa. Finalmente esa línea de investigación quedó abortada cuando el antiguo diputado socialista dictó un auto de archivo contra Mariscal, que finalmente dimitió de su puesto en Ferraz y con ello consiguió cerrar el recorrido mediático en torno a las sospechas contra Moncloa. Silencio que se ha mantenido durante más de cinco años. Hoy la información a la que ha tenido acceso LA GACETA le vuelve a señalar, sólo mes y medio después de que el juez Pablo Ruz procesara por el caso al ex director general de la Policía, Víctor García Hidalgo, al jefe superior de Policía en el País Vasco, Enrique Pamiés, y al inspector José María Ballesteros.
Fuente: LA GACETA
El experto antiterrorista del PSOE, investigado por el Faisán, se comunicó con Moncloa antes y después del chivatazo. Esa mañana conversó también con un comisario que estaba próximo al bar de los proetarras. Uno de los aparatos aún lo usa un alto cargo de Zapatero.
Rodrigo Gavilán. Madrid
El chivatazo dado a la banda terrorista ETA en el bar Faisán el 4 de mayo de 2006 ha sufrido un giro definitivo que compromete de manera directa al Gobierno y al Partido Socialista. Según los documentos oficiales a los que ha tenido acceso en exclusiva LA GACETA, en la mañana del soplo, el experto antiterrorista del PSOE, Fernando Mariscal –investigado en su día por telefonear a un comisario que estaba junto al bar Faisán la mañana del chivatazo–, mantuvo tres conversaciones con dos móviles a nombre de Presidencia del Gobierno.
En concreto, Mariscal utilizaba el número 65040XX63, cuyo titular era el PSOE. Con él llamó desde la sede socialista de Ferraz a las 10.01h a Manuel Risco, comisario jefe de la Brigada Provincial de San Sebastián, que en ese momento se encontraba en las inmediaciones del bar Faisán. Minutos después, Mariscal recibió la primera llamada de Presidencia. Fue a las 10.40h de la mañana cuando el ministerio del que entonces era titular la ex vicepresidenta del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, se puso en contacto con él y mantuvo una conversación cercana a los dos minutos. A las 12.06h, el jefe de seguridad socialista llamó al mismo teléfono de Presidencia y la conferencia se alargó durante tres minutos.
Por último, Mariscal recibió la tarde del chivatazo, a las 18.21h, una tercera llamada desde un móvil a nombre del Palacio de La Moncloa. La duración de esta última conversación telefónica superó los dos minutos. Los móviles que Presidencia utilizó para contactar con el jefe de Seguridad del PSOE fueron el 60836XX71 –empleado en las dos conversaciones matinales– y el 62832XX69 –con el que se hizo la llamada vespertina–. El segundo de estos números es aún utilizado por un director general del ministerio muy próximo a Zapatero y cuyas iniciales son S. J. M. R.
Es decir, Mariscal habló con Presidencia del Gobierno unos minutos antes y después de que se perpetrase la delación a los etarras que frustró una operación policial de gran envergadura contra la red de extorsión de ETA.
Hombre del PSOE
El ex comisario Fernando Mariscal Carchenilla, hombre de confianza de Ferraz, inició su andadura profesional al servicio del PSOE en 1994 de la mano del entonces diputado socialista Baltasar Garzón. Mariscal aún era inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía cuando fue apadrinado por el entonces comisario general de Información, Gabriel Fuentes González, y nombrado como alto cargo del Plan Nacional contra la droga que dirigía Garzón. En 1994 fue ascendido a comisario e inmediatamente fue fichado por la viceministra Margarita Robles como miembro de la Unidad de Apoyo para asuntos de terrorismo del Gobierno socialista.
Un año más tarde alcanzó el puesto de mayor responsabilidad en la lucha contra ETA y se convirtió en el enlace permanente de la Policía española con Francia para encargarse de toda la cooperación en la lucha antiterrorista hispano-francesa. Al poco tiempo de la victoria del Partido Popular de 1996, Mariscal dimitió de su puesto en la Secretaría de Estado de Seguridad.
Informador el 11-M
Posteriormente, bajo el epígrafe de “jefe de Seguridad del PSOE”, se convirtió en el experto antiterrorista y asesor de la Ejecutiva socialista, y desde su despacho en la sede central del partido, en la madrileña calle de Ferraz, mantuvo permanente contacto con sus ex compañeros de la lucha contra el terrorismo. Esto le sirvió para tener bien informado al grupo socialista en la oposición de todo lo relativo a la lucha de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado contra ETA.
Fuentes policiales apuntan a la frenética actividad de Mariscal durante las horas posteriores a la masacre del 11 de marzo de 2004, como rápido informador de los hechos a Alfredo Pérez Rubalcaba, entonces coordinador de la campaña electoral del PSOE. Otras fuentes policiales confirmaron a LA GACETA que “a lo largo de la mañana del 11-M, Mariscal se puso en contacto con ex compañeros de la Policía para que le fueran informando de las últimas novedades de la investigación”.
Con la victoria de Zapatero en marzo del año 2004, los consejos del hombre de Interior del PSOE fueron decisivos para la remodelación de la cúpula policial en el nuevo Gobierno socialista. De hecho, siempre según fuentes policiales, “su opinión fue determinante para la elección del diputado socialista por Álava, Víctor García Hidalgo, como director general de la Policía en 2004”. No puede obviarse que García Hidalgo es hoy uno de los tres procesados por colaboración con banda armada como presuntos autores del chivatazo a la banda terrorista ETA.
El ex asesor del Gobierno de Felipe González en la lucha contra ETA se convirtió en la etapa Zapatero en el enlace entre los servicios antiterroristas con la dirección socialista. Justo hasta que su nombre saltó a los medios de comunicación cuando a raíz de una denuncia del sindicato Manos Limpias se desveló que durante la mañana en que se produjo el chivatazo a ETA, desde el teléfono móvil a nombre del PSOE utilizado por Mariscal se llamó a otro policía que se encontraba en las proximidades del bar Faisán momentos antes del soplo.
La denuncia que hizo encender todas las sospechas de la participación de altos cargos del PSOE en el chivatazo a ETA cayó en el Juzgado de Garzón, hoy doblemente suspendido de sus funciones por el CGPJ tras las causas que el Supremo ha abierto contra él. El magistrado no practicó diligencia de investigación alguna tendente al esclarecimiento de esas sospechosas conversaciones con el Palacio de La Moncloa. Finalmente esa línea de investigación quedó abortada cuando el antiguo diputado socialista dictó un auto de archivo contra Mariscal, que finalmente dimitió de su puesto en Ferraz y con ello consiguió cerrar el recorrido mediático en torno a las sospechas contra Moncloa. Silencio que se ha mantenido durante más de cinco años. Hoy la información a la que ha tenido acceso LA GACETA le vuelve a señalar, sólo mes y medio después de que el juez Pablo Ruz procesara por el caso al ex director general de la Policía, Víctor García Hidalgo, al jefe superior de Policía en el País Vasco, Enrique Pamiés, y al inspector José María Ballesteros.
Fuente: LA GACETA
viernes, 2 de septiembre de 2011
El paro real supera los 4,7 millones de desempleados en agosto
SIN MAQUILLAJE ESTADÍSTICO
La cocina estadística de Trabajo deja fuera de las listas a más de 600.000 parados. Sin maquillaje ya son 4,7 millones.
Este viernes los servicios públicos de empleo (antiguo Inem) ha publicado los datos de paro registrado y afiliación. Unos datos que ya el pasado lunes Gómez adelantó que serían negativos.
Pese a que agosto es un mes en el que las vacaciones de verano suelen favorece aún la contratación en el sector servicios, el ministro Gómez anunció que no, que agosto se había convertido en un mes en el que tradicionalmente los datos de empleo son malos, en tanto en cuanto, dice, los empresarios aprovechan para despedir cuando finalizan los contratos y decidir en septiembre si los vuelven a contratar.
Así, el número de parados registrados según los datos oficiales de Trabajo ha aumentado hasta los 51.185 desempleados más en agosto respecto a julio, o 161.266 personas (4,06%), en tasa interanual, respecto a agosto de 2010. El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo (antiguo Inem) se situó al finalizar agosto en 4.130.927 millones de personas.
Dice Trabajo que el nuevo incremento del desempleo es menos pronunciado que el registrado hace un año, cuando el paro aumentó en 61.083 personas.
La secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez, no se ha salido del guión al que nos tiene acostumbrados y que ya seguía su antecesora en el cargo, Maravillas Rojo. Como si fuera un mantra que repita mes tras mes, Mari Luz Rodríguez ha valorado negativamente el dato, si bien ha recordado que agosto es un mes en el que el paro ha aumentado durante los últimos 11 años. "La subida experimentada este año es la menor desde 2006 en este mes", ha señalado.
Maquillaje estadístico
Bien, hasta aquí los datos oficiales del Gobierno. Unos datos que, como es habitual, hay que analizar hasta despejar el maquillaje estadístico que aplica el Ejecutivo para dar con una cifra más cercana a la realidad.
Así, sin maquillaje estadístico, el número de parados registrados en agosto por los servicios públicos de empleo asciende a 4.719.537 millones. Esto significa que el Ejecutivo saca a casi 600.000 parados de las listas oficiales (588.610).
Estos 588.610 parados que no aparecen en las listas oficiales se engloban en varias partidas de parados de los denominados "DENOS" (Desempleados no Ocupados). Dentro de esta categoría destaca la de los "no ocupados/teass". En este epígrafe se incluye a desempleados que están haciendo algún tipo de formación (cursillos del INEM). Y hay que recordar que para cobrar la ayuda de los 400 euros es obligatorio apuntarse a estas clases. También están en esta categoría las personas que se benefician del subsidio del PER y que la mayor parte del año no trabajan.
Otra categoría es la de "demandantes de empleo con disponibilidad limitada", que son desempleados que tienen intención de trabajar pero no lo hacen porque exigen una serie de condiciones a la hora de aceptar un empleo (horario, elección de jornada, en el extranjero, en su propia comunidad...).
Fuente: Libertad digital
La cocina estadística de Trabajo deja fuera de las listas a más de 600.000 parados. Sin maquillaje ya son 4,7 millones.
Este viernes los servicios públicos de empleo (antiguo Inem) ha publicado los datos de paro registrado y afiliación. Unos datos que ya el pasado lunes Gómez adelantó que serían negativos.
Pese a que agosto es un mes en el que las vacaciones de verano suelen favorece aún la contratación en el sector servicios, el ministro Gómez anunció que no, que agosto se había convertido en un mes en el que tradicionalmente los datos de empleo son malos, en tanto en cuanto, dice, los empresarios aprovechan para despedir cuando finalizan los contratos y decidir en septiembre si los vuelven a contratar.
Así, el número de parados registrados según los datos oficiales de Trabajo ha aumentado hasta los 51.185 desempleados más en agosto respecto a julio, o 161.266 personas (4,06%), en tasa interanual, respecto a agosto de 2010. El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo (antiguo Inem) se situó al finalizar agosto en 4.130.927 millones de personas.
Dice Trabajo que el nuevo incremento del desempleo es menos pronunciado que el registrado hace un año, cuando el paro aumentó en 61.083 personas.
La secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez, no se ha salido del guión al que nos tiene acostumbrados y que ya seguía su antecesora en el cargo, Maravillas Rojo. Como si fuera un mantra que repita mes tras mes, Mari Luz Rodríguez ha valorado negativamente el dato, si bien ha recordado que agosto es un mes en el que el paro ha aumentado durante los últimos 11 años. "La subida experimentada este año es la menor desde 2006 en este mes", ha señalado.
Maquillaje estadístico
Bien, hasta aquí los datos oficiales del Gobierno. Unos datos que, como es habitual, hay que analizar hasta despejar el maquillaje estadístico que aplica el Ejecutivo para dar con una cifra más cercana a la realidad.
Así, sin maquillaje estadístico, el número de parados registrados en agosto por los servicios públicos de empleo asciende a 4.719.537 millones. Esto significa que el Ejecutivo saca a casi 600.000 parados de las listas oficiales (588.610).
Estos 588.610 parados que no aparecen en las listas oficiales se engloban en varias partidas de parados de los denominados "DENOS" (Desempleados no Ocupados). Dentro de esta categoría destaca la de los "no ocupados/teass". En este epígrafe se incluye a desempleados que están haciendo algún tipo de formación (cursillos del INEM). Y hay que recordar que para cobrar la ayuda de los 400 euros es obligatorio apuntarse a estas clases. También están en esta categoría las personas que se benefician del subsidio del PER y que la mayor parte del año no trabajan.
Otra categoría es la de "demandantes de empleo con disponibilidad limitada", que son desempleados que tienen intención de trabajar pero no lo hacen porque exigen una serie de condiciones a la hora de aceptar un empleo (horario, elección de jornada, en el extranjero, en su propia comunidad...).
Fuente: Libertad digital
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