miércoles, 16 de septiembre de 2009

Prisa somete a un duro castigo a ZP con un editorial de "El País"


Un editorial de El País, al estilo de sus viejos tiempos, ha conmovido los cimientos del Gobierno y del PSOE. Bajo el titular En la pendiente el diario de Prisa ha pasado el rodillo con un duro análisis sobre la forma de actuar del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Lo que se presagiaba hace sólo unos días, con el extenso reportaje de Fernando Garea sobre el Ejecutivo y su modus operandi, ha sido rematado con un editorial que marca la línea de actuación de dicho rotativo y, en general, de todo el grupo mediático creado por el difunto Jesús Polanco.

El editorial, que asegura que Zapatero "atraviesa uno de los momentos políticos más difíciles desde su llegada a La Moncloa", deconstruye la gestión del jefe del Ejecutivo en unos párrafos que merece la pena reproducir:

"Si hasta ahora los electores y los miembros de su propio partido habían pasado por alto los modos presidencialistas exhibidos en el nombramiento del Ejecutivo y en la toma de decisiones, la creciente sensación de que Zapatero actúa con imprevisión y ligereza frente a una de las crisis económicas más graves de la historia está comenzando a pasarle factura. A lo largo del último año, las encuestas muestran el desapego de sectores cada vez más amplios de votantes socialistas, desencantados con los titubeos y las contradicciones en asuntos particularmente sensibles para la izquierda y que el propio Ejecutivo había enarbolado para colocar a la oposición entre la espada y la pared. Entre otros, la memoria histórica, las relaciones entre la Iglesia y el Estado o la política exterior basada en principios éticos."

Según el diario de Prisa, "el ascendiente sobre su partido no se basa en la determinación y el acierto a la hora de dirigir un proyecto claramente formulado, sino en prometer (y lograr) victorias electorales a cambio de que se acaten sus criterios cambiantes en función de cada coyuntura".

Y continúa:

"Como jefe de Gobierno, Zapatero ha querido actuar con los mismos criterios que como jefe de partido. El nombramiento de ministros no ha obedecido a razones políticas identificables, ni su cese. Y una vez en el cargo no se les ha reconocido una competencia exclusiva sobre su departamento, sino que han visto constantemente zapada su labor por las intervenciones de un presidente que los puentea y los desautoriza sin reparar en el coste político e institucional que esta forma de actuar representa para el máximo órgano de dirección política del país. Solbes no es el único que ha sufrido este desgaste, pero sí constituye el caso más grave por la importancia del cargo."

Más aún: El País acusa a Zapatero de haber "desmantelado los espacios orgánicos en los que debía desarrollarse el debate interno", haciendo que los que discrepan sólo tengan dos opciones, o "el silencio resignado o el abandono de la política".

La conclusión a la que llega el editorial es algo más moderada que el contenido, pero aún así envía un claro aviso:

"Si el Gobierno que preside Zapatero desea alejarse de la pendiente por la que se está precipitando y asegurar su continuidad, y, lo que es más importante, liderar la recuperación económica y no la marcha hacia el abismo, es preciso un cambio. Pero no sólo de unas políticas que no se sabe bien del todo en qué consisten, sino de una forma de decidirlas y ejecutarlas que está alcanzando unos niveles de confusión sin precedentes, especialmente en asuntos de tanta trascendencia como la lucha contra una crisis que nos acompañará aún mucho tiempo."

FUENTE: El semanal digital

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