El secretario de Innovación del sindicato de Cándido Méndez, Patxi San Juan, cenó el jueves en El Bulli de Ferran Adrià.
El sindicalista de UGT Patxi San Juan, el jueves, tras cenar en El Bulli con unos amigo
Madrid. Una cosa es predicar y otra dar trigo, dice el refrán. Una cosa es manifestar cercanía con los trabajadores que lo están pasando mal y otra muy distinta sufrir con las penurias que están pasando ellos. Que le pregunten a Patxi San Juan, secretario de Innovación e Industria de la Comisión Ejecutiva Confederal —máximo órgano de dirección— del sindicato Unión General de Trabajadores (UGT).
Una fotografía de San Juan tomada el pasado jueves por este periódico subraya a la perfección el gran desfase que hay entre la realidad del mercado laboral y el mensaje de las centrales sindicales.
El jueves por la noche, San Juan, acompañado por cinco amigos íntimos del sur de Navarra, de donde el alto cargo de UGT es originario, se desplazó hasta el Cabo Montjoi, en Rosas (Gerona), para cenar en el exclusivo restaurante del famoso cocinero Ferran Adrià, El Bulli.
San Juan disfrutó de una cena que podrían pagarse muy pocos trabajadores, con un precio medio por persona de 300 euros. Ni siquiera estar dispuesto a pagarlos garantiza el disfrute del menú degustación, compuesto de 35 platos, porque es necesario esperar varios meses para lograr una silla en su comedor. Pero el sindicalista y sus amigos encontraron un hueco.
San Juan accedió a la Comisión Ejecutiva Confederal de UGT de la mano del máximo dirigente del sindicato, Cándido Méndez, el pasado 4 de abril, en el 40 Congreso Confederal de la central de trabajadores.
Se le considera un hombre próximo a Méndez, de su plena confianza. A él le corresponde, según ha anunciado Méndez, potenciar la acción sindical en el depauperado sector industrial, con el fin de frenar la sangría que está fulminando el tejido fabril nacional a fuerza de deslocalizaciones.
El propio San Juan vivió una con la marcha de Tudela de Sanyo, la firma japonesa en la que el líder de UGT dio sus primeros pasos en el mundo sindical. Tras diversos cargos comarcales y regionales, en 2006, coincidiendo con el cierre de la fábrica de Sanyo y el despido de 142 de sus 177 empleados, se convirtió en Secretario de Organización de la Federación Estatal del Metal. Y de ahí a la dirección de UGT el pasado abril.
El jueves, San Juan demostró que sabe conciliar su labor de megáfonista y reivindicaciones laborales con una vida exclusiva de lujos y buen paladar. Lo dicho, que una cosa es predicar y otra dar trigo.
FUENTE: lagaceta
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1 comentario:
¡Viva la crisis! mientras siga habiendo gente sindicada, este pais no levantara cabeza en mucho tiempo, de verdad interesa estar a un trabajador afiliado en un sindicato, cuando ellos son los que montan las huelgas al empresario. Poca ayuda estan dando al empleado de turno con esta actitud, en vez de ir contra el Gobierno; pero que se va a esperar ¡ Espain is diferent! y se nutre de muchos estomagos agradecidos. ¡¡¡ Descanse en PAZ el operario.!!!
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