La ofensiva parlamentaria del PP en lo relativo al caso Faisán, con la orden de la Audiencia Nacional de reactivar la investigación de fondo, desquició ayer al titular del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. El ministro se quedó sin palabras en la contraréplica a una pregunta oral del principal partido de la oposición. “Aunque el tiempo y la Justicia dirán quien ordenó el chivatazo, ¿fue usted la X del caso Faisán? ¿Es Zapatero?”, interpeló el diputado popular Ignacio Gil Lázaro. Con rostro de enojo, el ministro reprochó a Gil Lázaro su tono “cada vez más agresivo y bronco”, a lo que añadió, noqueado: “No se me ocurre que más decirle”. Al igual que su compañero de filas, también interrogó al titular de Interior Ignacio Cosidó y que le recordó su pasado en relación al GAL. “La última vez que defendió a un miembro del Gobierno de otro caso en su anterior etapa esa persona terminó en la cárcel”, le insistió Cosidó. En este sentido, el parlamentario del PP exigió el cese del secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, bajo sospecha por la conversación que mantuvo con el entonces director general de la Policía, Víctor García Hidalgo, imputado en la causa. En cambio, Rubalcaba tildó dicha interconexión como normal. “Hablaban todos los días”, dijo. “No es raro, salvo que alguien tenga insidias políticas como el PP, que tiene insidias contra policías, jueces y fiscales”. La cotidianidad que esgrimió Rubalcaba fue contrarrestada por Cosidó, quien además lamentó la ausencia del ministro en el último congreso de víctimas celebrado en Salamanca: “Lo que no es normal es que un director de la policía sea imputado por un delito de colaboración con banda armada, ni que cuando habla con el secretario de Estado, lo haga con los mismos teléfonos que los etarras usaban para hablar con el Gobierno durante la tregua”, precisó Cosidó. Tampoco faltaron ayer las críticas al ministro por sus contestaciones esquivas sobre el caso Faisán en anteriores sesiones del control. “Es usted un Houdini parlamentario, pero creo que hay muchos españoles esperando una respuesta convincente”, le espetó. Con anterioridad, la portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Soraya Sáenz de Santamaría, instó a la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega a admitir si hubo alguna instrucción política en el chivatazo a la organización terrorista ETA. Al desmarque de Fernández, que eludió pronunciarse al respecto, replicó Sáenz de Santamaría: “Sólo quien tiene algo que esconder en el Gobierno elude contestar en el Parlamento”. La portavoz popular, que leyó incluso parte del reciente auto de la Audiencia Nacional, subrayó: “La Policía no puede continuar comprometida, ni ustedes (hablando del Ejecutivo socialista) pueden seguir comprometiendo el Estado de Derecho”.FUENTE: lagaceta
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