La fiscalía militar, en su afán por dar ejemplo, ha querido ampliar el castigo a dos cabos que se negaron a conducir un camión Vempar en Afganistán, entre las bases de Herat y Qual i Naw.
Según ha relatado a lanación.es Francisco Romera, el padre de uno de los cabos, ambos acostumbraban a manejar vehículos cisterna y maquinaria pesada de construcción. En esta ocasión, sin embargo, alegan que tenían la prohibición expresa de sacar ese tipo de vehículos de la base cuando no estaban blindados. Romera recuerda, además, que su hijo acumula 12 años de servicio y ha sido condecorado y que cumplía en estos momentos su 4ª misión en Afganistán.
Romera ha explicado que la sanción que impuso en un primer momento el jefe de la unidad fue enmendada desde Madrid. El arresto de 14 días se ha convertido en un proceso penal por delito de desobediencia y el fiscal militar ha pedido, incluso, su ingreso en prisión preventiva, alegando un riesgo de fuga que Francisco Romera ve injustificado, dados los escasos recursos de su hijo.
El juez togado ha comunicado a los militares la apertura de sumario por el presunto delito de desobediencia que el artículo 102 del Código Penal Militar castiga con de tres meses a dos años de cárcel.
El presidente de la Asociación de Militares Españoles AME, Leopoldo Múñoz, apunta que sería necesario aclarar si la labor que desempeñan nuestros militares en Afganistán es una misión de paz, como pretende el Gobierno, o si se trata de un país en guerra.
Sin embargo, Mariano Casado de AUME, cree que ejemplarizar no debe ser la finalidad del derecho y que el fiscal togado ha recibido instrucciones políticas. Casado se pregunta qué garantías tienen los soldados que se encuentran en misiones como la de Afganistán y apunta a una agresividad por parte de la fiscalía que no ha habido en otros casos como el del Cougar o los militares muertos en Bosnia.
FUENTE: la nación
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