lunes, 8 de marzo de 2010

El Gobierno pregona una igualdad que no practica en el sector público

Apenas uno de cada tres empleados de la Administración General son mujeres.



Hoy es el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. El Gobierno que dirige José Luis Rodríguez Zapatero podría celebrarlo cambiando sus costumbres. La igualdad entre hombres y mujeres no ha llegado al sector público y, a la vista de los datos, no se la espera en los próximos años. La equiparación laboral entre géneros que tanto pregona el Ejecutivo y que obliga a la empresa privada, no sólo a realizar importantes inversiones, sino también a rediseñar su estrategia de negocio para llevarla a cabo, no es más que una utopía entre los empleados públicos.

Hoy en día, las mujeres siguen ocupando los niveles más bajos en la Administración, pese a estar más y mejor preparadas, sus salarios son más bajos y los puestos directivos les están vetados.

Para este 2010, el Ejecutivo dispondrá de una partida de 33.596,62 euros con la que se pretende favorecer la “igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres”, además de las numerosas subvenciones que concede el Ministerio que dirige Bibiana Aído. Una cantidad que resulta demasiado elevada teniendo en cuenta que los objetivos y, sobre todo, unos resultados, son poco claros. Según los últimos datos del Registro Central de Personal, consultados por LA GACETA, el 51,98% de los funcionarios dependientes de los ministerios son mujeres.

Sin embargo, el panorama cambia cuando se trata del conjunto de la Administración, en cuyo caso el porcentaje de mujeres disminuye considerablemente: el 30,3% son mujeres y el 69,7%, hombres.
Esta diferencia porcentual viene condicionada principalmente porque las Fuerzas Armadas y la parte más significativa de la Policía, ámbitos en los que predomina la presencia masculina, dependen de la Administración general mientras que los sectores donde mayoritariamente trabajan mujeres, como son la sanidad o la educación, dependen de las comunidades autónomas.

La igualdad de oportunidades no es sólo una cuestión de cuántas mujeres hay en cada sector sino de qué puestos ocupan dentro del mismo. Y es ahí donde no se predica con el ejemplo.

En la distribución por niveles retributivos, las mujeres suponen el mayor número, pero siempre se encuentran en las escalas más bajas. Los mejores puestos los ocupan los hombres, tal y como confirma el informe elaborado por la propia presidencia del Gobierno sobre las características y las cifras del empleo público en España. Así, a pesar de contar con un Ministerio de Igualdad, parece que el panorama de la Administración no ha variado demasiado.

Un total de 45.703 personas están incluidas dentro del Grupo A, en el que se engloba a los titulados universitarios de Grado, de los que 25.018 son hombres y 20.685, mujeres, a pesar de que la presencia femenina en las universidades es mayor, representando un 54,2% del total, según el estudio de Las Cifras de la Educación en España. El Grupo A es la escala más alta, con salarios que oscilan entre los 11.827 y los 13.935 euros anuales, –sin incluir los complementos– y con aumentos de entre 428 y 535 euros por trienio.

Las mujeres ganan terreno, sin embargo, en los puestos peor retribuidos, los del Grupo C, donde se encuentran los graduados en Educación Secundaria Obligatoria o Bachiller. Los 101.701 funcionarios públicos ubicados en este grupo ganan entre 7.209 y 8.816 euros y entre 215 y 322 euros por trienio cumplido. En esta categoría, 58.272 son mujeres frente a 43.429 hombres.

En plena polémica por las intenciones del Gobierno de atrasar la jubilación hasta los 67 años para asegurar el sistema de pensiones, la ministra de Trabajo e Igualdad de Bélgica, Joële Milquet, aseguraba en la Cumbre de Mujeres en el Poder organizada en Cádiz por la Presidencia española, que la igualdad plena de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres en el ámbito laboral garantizaría los sistemas de seguridad social y pensiones de los países miembros de la UE. Con ello se elevaría el índice del producto interior bruto (PIB) “entre un 15 y un 40%” y haría crecer a la Unión un 30% de media.


Milquet recordó que la tasa de empleo en la UE es un 10% menor en las mujeres con hijos y puso especial hincapié en el hecho de que la brecha salarial oscile entre el 4 y el 30% en función de los distintos Estados miembros. Asimismo, reprochó la actuación de empresas y organismos públicos en cuanto a la presencia de mujeres en los sectores profesionales y menos remunerados. “Sólo una de cada diez empresas europeas con cotización bursátil” tienen mujeres en sus consejos de administración, aun cuando “es un hecho probado que existe una relación entre la productividad y la presencia femenina” en los puestos de toma de decisión, sentenció.

FUENTE: lagaceta

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